domingo, 1 de diciembre de 2013

RELATOS

El Camello cojito
El camello se pinchó con un cardo del camino 
y el mecánico Melchor con buen tino le dio vino.

Baltasar fue a repostar 
más allá del quinto pino... 
miestras intranquilo Melchor 
consultaba su "Longinos"'.

¡No llegamos, no llegamos,
y el "Santo Parto" ha venido!
son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido.

El camello cojeando 
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa 
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído: 
-Vaya birria de camello 
que en Oriente te han vendido.

A la entrada de Belén 
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su hipo!

Se iba cayendo la mirra 
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.

Y a las tantas ya del alba 
-ya cantaban pajarillos 
a la puerta de Belén 
el supremo rey estaba

Los tres reyes se quedaron 
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre 
a un Niño recién nacido.

-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos, 
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, -repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes 
cabizbajos y afligidos,
mientras el camello echado
le hace cosquillas al Niño.


LAS MONAS CAPRICHOSAS
El mono en el cocotero
dice a la mona: Te quiero.
(La mona no le hace caso.)

El mono se vuelve loco,
y come un coco
poquito a poco.

El mono dice: Te invito.
La mona lanza un saltito,
la mona trepa a su lado:
No quiero coco, quiero un helado.

- Queremos helado! Queremos helado!
gritan las monas del árbol de al lado.
- En la selva sólo hay cocos!

(Los monos se vuelven locos.)

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